La vialidad dentro del fraccionamiento Condominio Maestro Flamingos se encuentra deteriorada, por más de diez meses nadie se responsabiliza de su reparación
22 de agosto de 2008
Comprar un condominio en alguno de los desarrollos de la zona de Flamingos, un millón de dólares; pasar una noche en los lujosos hoteles clase Gran Turismo dentro del mismo fraccionamiento, mil doscientos pesos; circular por sus calles, en cambio, tiene un precio más alto.
Uno no puede creer que está en la lujosa Franja Turística, eso parece en realidad la Franja de Gaza. Baches de hasta 40 centímetros de profundidad, de varios metros de diámetro se suceden intermitentes por Paseo de los Cocoteros. Los culpables son la lluvia, el tránsito pesado y un asfalto previsto solamente para el uso residencial. Los responsables de repararlas, todavía no se sabe, todo mundo se pasa la papa caliente.
“Esos pozos ya tienen como tres meses y nadie los repara”, responde a coro un grupo de taxistas apostados afuera de uno de los hoteles. Para ellos, la falta de respuesta cuesta dinero: dos mofles en un mes por cada unidad, habrá que esperar a ver cuánto cuesta arreglar la suspensión.
Mientras platican anécdotas un auto frena de golpe; delante suyo, justo frente a la salida de autos del hotel, hay un agujero que se rellenó con tierra dos días atrás. Hoy es una trampa de lodo con treinta centímetros de profundidad.
“Deberían de venir cuando hay tormenta. La semana pasada tuvieron que llevarse de ahí dos camionetas de turistas de otros estados con grúas. Hemos rescatado una quince placas que dejan los autos ahí”, vuelve a resonar el coro, no es uno sino los seis conductores los que reclaman.
Bachear ya no es solución, hay que hacer el encarpetamiento nuevamente. Así lo reconoce Rubén Juárez, el gerente del fraccionamiento, quien además asegura que arreglar las vialidades es asunto de los condóminos y no de las autoridades municipales.
“El predio completo se encuentra en régimen de condominio, así que las calles -aunque sabemos que son de uso público- son de propiedad privada, forman parte de las áreas comunes del condominio”, dice.
El administrador explica que derivado de ese esquema de propiedad, en términos legales, las autoridades municipales están exentas de arreglar ese pavimento. Se le olvida que la Constitución prohíbe privatizar las vías de comunicación y que desde ahí existe una irregularidad.
Luego, aunque reconoce que es su responsabilidad hacer esas calles transitables, que ya tiene un presupuesto de aproximadamente 2.5 millones des pesos, pero que la administración no los tiene, porque no está contemplado en las cuotas. También él reparte las culpas.
“En el reglamento del condominio hay un apartado que dice muy claro que es responsabilidad de quien dañe las áreas comunes hacer las reparaciones necesarias. Aquí hay claramente cinco responsables”, hace alusión de los desarrollos que se encuentran en construcción o recientemente la han terminado, pues los carros pesados que les llevan materiales son una de las causas principales del deterioro.
Desde su perspectiva, la nueva propiedad de hoteles Riu, el desarrollo Del Canto, Villa la Estancia, Playa del Sol Grand y Villa deben responder a la demanda del público.
“Nosotros, como condominio, no tenemos los recursos, las cuotas que pagan no alcanzan para hacer esa reparación. Hemos estado negociando con ellos, algunos no nos quieren pagar a nosotros sino hacer las reparaciones ellos mismos. Del Canto firmó hoy (ayer) un convenio en el que se compromete a arreglar el tramo de Paseo de los Cocoteros que va de la caseta de entrada, por Nuevo Vallarta, a la bomba de agua. Comenzarían en quince días más.
“Villa La Estancia, Playa del Sol Grand y Riu se han comprometido a arreglar en conjunto otro tramo que va de la entrada por la carretera hacia sus propiedades. Me dicen que ya están listos para comenzar, pero no me dicen cuándo”, asegura Rubén Juárez.
Voluntad hay, al menos así lo dicen ellos, pero la verdad es que los baches están ahí al menos desde diciembre pasado, como lo reconoce el fraccionamiento, y no hay quien se haga responsable de repararlos con claridad.
Por todos lados
Basta con visitar el municipio para darse cuenta de que el problema no es privativo del fraccionamiento. Las laterales de la carretera Puerto Vallarta-Tepic no se encuentran en mejores condiciones, las vías que unen la zona costera con la sierra tampoco, mucho menos las calles en los poblados de Bahía de Banderas. Agujeros hay por todos lados.
Sobre la carretera, en las laterales por el crucero a Mezcales los baches son de dimensiones similares, pero ahí el Ayuntamiento no puede rehuir la responsabilidad.
“Ahorita, con las lluvias, nos traen para donde quiera, por todos lados hay baches. No nos damos abasto”, relata Jesús Rosas, empleado de Obras Públicas.
Mientras palea grava sobre el chapopote en ese crucero cuenta de su trabajo. “Los de aquí tienen como diez centímetros de profundidad, están hondos. Nuestra cuadrilla (son cuatro trabajadores) puede reparar como ocho o nueve metros por día”.
22 de agosto de 2008
Comprar un condominio en alguno de los desarrollos de la zona de Flamingos, un millón de dólares; pasar una noche en los lujosos hoteles clase Gran Turismo dentro del mismo fraccionamiento, mil doscientos pesos; circular por sus calles, en cambio, tiene un precio más alto.
Uno no puede creer que está en la lujosa Franja Turística, eso parece en realidad la Franja de Gaza. Baches de hasta 40 centímetros de profundidad, de varios metros de diámetro se suceden intermitentes por Paseo de los Cocoteros. Los culpables son la lluvia, el tránsito pesado y un asfalto previsto solamente para el uso residencial. Los responsables de repararlas, todavía no se sabe, todo mundo se pasa la papa caliente.
“Esos pozos ya tienen como tres meses y nadie los repara”, responde a coro un grupo de taxistas apostados afuera de uno de los hoteles. Para ellos, la falta de respuesta cuesta dinero: dos mofles en un mes por cada unidad, habrá que esperar a ver cuánto cuesta arreglar la suspensión.
Mientras platican anécdotas un auto frena de golpe; delante suyo, justo frente a la salida de autos del hotel, hay un agujero que se rellenó con tierra dos días atrás. Hoy es una trampa de lodo con treinta centímetros de profundidad.
“Deberían de venir cuando hay tormenta. La semana pasada tuvieron que llevarse de ahí dos camionetas de turistas de otros estados con grúas. Hemos rescatado una quince placas que dejan los autos ahí”, vuelve a resonar el coro, no es uno sino los seis conductores los que reclaman.
Bachear ya no es solución, hay que hacer el encarpetamiento nuevamente. Así lo reconoce Rubén Juárez, el gerente del fraccionamiento, quien además asegura que arreglar las vialidades es asunto de los condóminos y no de las autoridades municipales.
“El predio completo se encuentra en régimen de condominio, así que las calles -aunque sabemos que son de uso público- son de propiedad privada, forman parte de las áreas comunes del condominio”, dice.
El administrador explica que derivado de ese esquema de propiedad, en términos legales, las autoridades municipales están exentas de arreglar ese pavimento. Se le olvida que la Constitución prohíbe privatizar las vías de comunicación y que desde ahí existe una irregularidad.
Luego, aunque reconoce que es su responsabilidad hacer esas calles transitables, que ya tiene un presupuesto de aproximadamente 2.5 millones des pesos, pero que la administración no los tiene, porque no está contemplado en las cuotas. También él reparte las culpas.
“En el reglamento del condominio hay un apartado que dice muy claro que es responsabilidad de quien dañe las áreas comunes hacer las reparaciones necesarias. Aquí hay claramente cinco responsables”, hace alusión de los desarrollos que se encuentran en construcción o recientemente la han terminado, pues los carros pesados que les llevan materiales son una de las causas principales del deterioro.
Desde su perspectiva, la nueva propiedad de hoteles Riu, el desarrollo Del Canto, Villa la Estancia, Playa del Sol Grand y Villa deben responder a la demanda del público.
“Nosotros, como condominio, no tenemos los recursos, las cuotas que pagan no alcanzan para hacer esa reparación. Hemos estado negociando con ellos, algunos no nos quieren pagar a nosotros sino hacer las reparaciones ellos mismos. Del Canto firmó hoy (ayer) un convenio en el que se compromete a arreglar el tramo de Paseo de los Cocoteros que va de la caseta de entrada, por Nuevo Vallarta, a la bomba de agua. Comenzarían en quince días más.
“Villa La Estancia, Playa del Sol Grand y Riu se han comprometido a arreglar en conjunto otro tramo que va de la entrada por la carretera hacia sus propiedades. Me dicen que ya están listos para comenzar, pero no me dicen cuándo”, asegura Rubén Juárez.
Voluntad hay, al menos así lo dicen ellos, pero la verdad es que los baches están ahí al menos desde diciembre pasado, como lo reconoce el fraccionamiento, y no hay quien se haga responsable de repararlos con claridad.
Por todos lados
Basta con visitar el municipio para darse cuenta de que el problema no es privativo del fraccionamiento. Las laterales de la carretera Puerto Vallarta-Tepic no se encuentran en mejores condiciones, las vías que unen la zona costera con la sierra tampoco, mucho menos las calles en los poblados de Bahía de Banderas. Agujeros hay por todos lados.
Sobre la carretera, en las laterales por el crucero a Mezcales los baches son de dimensiones similares, pero ahí el Ayuntamiento no puede rehuir la responsabilidad.
“Ahorita, con las lluvias, nos traen para donde quiera, por todos lados hay baches. No nos damos abasto”, relata Jesús Rosas, empleado de Obras Públicas.
Mientras palea grava sobre el chapopote en ese crucero cuenta de su trabajo. “Los de aquí tienen como diez centímetros de profundidad, están hondos. Nuestra cuadrilla (son cuatro trabajadores) puede reparar como ocho o nueve metros por día”.
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